El cohete más poderoso del mercado se lució en una misión “Top Secret”.
(1ero de Noviembre, 2022 - Manuel Mazzanti - Centro Espacial Kennedy)
Más de tres años tuvimos que esperar para verlo otra vez. Es el cohete más grande y poderoso del mundo, al menos por ahora, y no decepcionó. Lo que sí decepcionó fue la niebla, que nos hizo experimentar las sensaciones que deben vivir nuestros colegas de las costa oeste, en la Base Aérea Espacial de Vandenberg, que luchan con espesa neblina en cada oportunidad de lanzamiento. Esta vez nos tocó a nosotros sufrirlo en carne propia, y desde el Centro Espacial Kennedy y la Base Aérea de Cabo Cañaveral, poco pudimos ver de lo que prometía ser un increíble show visual.
La USSF-44, una misión clasificada para la Fuerza Espacial de los Estados Unidos (United States Space Force), despegó en tiempo y forma a las 9:41am ET y el Falcon Heavy se lució, como en cada uno de sus tres vuelos anteriores.
Un despegue impecable, separación de sus Falcon 9 laterales, separación del Falcon 9 central (luego de cuatro minutos de vuelo), encendido de su segunda etapa, separación de sus cofias, y la puesta en órbita geo-sincrónica de su carga útil.
Poco sabemos de los satélites que componen la misión, sobre todo del satélite principal, pero si de algunos otros que aprovecharon el viaje a órbita, desarrollados por grandes contratistas del mercado aeroespacial, como Lockheed Martin, Northrop Grumman o mismo Boeing, a través de su subsidiaria Millennium Space Systems, basada en El Segundo, California.
Millennium desarrolló el micro satélite Tetra -1, primer prototipo de una serie de pequeñas naves que va a realizar diversas maniobras de pruebas en esa órbita específica, pero sobre todo con la intención de lograr la capacidad de poder construir, en tiempo récord un pequeño satélite con partes “in house”. Tetra-1 llevó solo 15 de meses de producción desde el momento en que se firmó el contrato hasta terminarlo de construir. La USSF quiere acelerar procesos y ser más ágil a la hora de poner este tipo de satélites en órbita, permitiéndole mayor capacidad de reacción en el menor tiempo posible.
Al ser una misión clasificada, SpaceX dejó de emitir video de la segunda etapa llevando a su carga útil, pero lo que sí pudo mostrar es el doble aterrizaje de los dos Falcon 9 laterales, que hacían su viaje inaugural y que serán vueltos a utilizar en otra misión para ls USSF más adelante, y con otro Falcon Heavy.
Es un espectáculo único ver bajar a dos cohetes de 50m de altura, en casi caída libre y encender su motores a pocos segundos de su aterrizaje. Ambos “booster” se posaron con suavidad en las plataformas de aterrizaje LZ1 y 2 (Landing Zones 1 y 2), una obra maestra de la ingeniería que hasta hace pocos años parecía algo salido de una película de ciencia ficción.
SpaceX completó con éxito su misión número 50 en lo que va del año, otro récord para la empresa de Elon Musk, que no se detiene y va por más. Tiene varias misiones por delante antes que llegue el 2023, que involucran seguir completando su constelación Starlink, misiones de carga a la Estación Espacial, más lanzamientos comerciales y por supuesto, seguimos a la espera del despegue del que será el cohete más grande y poderoso de la historia, Starship, desde Boca Chica, Texas.
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